Sobre todo en época de vacaciones podemos vernos tentados a dejar de comer sanamente y aunque a veces nos esforcemos para no perder nuestros buenos hábitos, es fácil olvidarlos si salimos de la rutina o si estamos lejos de casa por unos días.
Si eliges hacer un viaje en auto, buscar alimentos sanos puede ser toda una aventura; en vez de simplemente confiar en los alimentos chatarra que se encuentran por todas parte como antojitos o comida rápida, puedes optar por llevar alimentos nutritivos en recipientes herméticos y de preferencia en una hielera para que se conserven frescos durante el camino. Fruta picada, verdura preparada, galletas de avena, barras de cereal yoghurt y sándwiches ligeros son excelentes opciones para llevar contigo en el camino.
En un hotel, un buen consejo es no prestarle mucha atención al mini bar (que puede ser una verdadera tentación) ya que la mayoría de las veces están repletos de chocolates y helados con alto contenido de grasa y azúcar. Si la habitación cuenta con cocineta puedes preparar tu propia comida sana y a un costo mucho más bajo.
Si la elección es comer fuera en algún restaurante, trata de hacerlo de forma equilibrada. Recuerda que en los restaurantes las porciones regularmente son más grandes de lo habitual y lo más importante es disfrutar del platillo y comer sólo lo que sea necesario, no tiene sentido llenarse ya que puedes propiciar una indigestión que puede arruinarte el resto de tus vacaciones.
No esperes a tener mucha hambre para comer ya que eso puede conducirnos a comer demasiado.
Si consumes bebidas alcohólicas, que sea de forma muy mesurada ya que el alcohol puede disminuir el metabolismo de la grasa y que como consecuencia se almacenen más calorías de las que se queman normalmente.
Si consideras que hacer 4 comidas al día te resulta poco, puedes consumir pequeñas porciones de otro alimento como colación ya que si gastas mucha energía necesitarás alimento y además esto te ayudará a que llegues a la próxima comida con menos hambre y comas lo que realmente necesitas.
Es importante que no te saltes ninguna comida, aunque trata de poner más énfasis en las comidas fuertes del día y cena ligero. Tu cuerpo necesita descansar y no hacer un sobre esfuerzo en la digestión mientras duermes; además, quema algunas calorías en un proceso más lento. Si cenas rico pero ligero, al día siguiente despertarás con más energía.
Aunque puede sonar algo difícil, alimentarte de forma saludable en vacaciones no es un gran sacrificio. Todo lo que necesitas es un poco de fuerza de voluntad para dejar pasar aquellos alimentos que sabes no son buenos para ti y comer aquello que realmente te gusta de forma moderada sin hacer de ello un hábito.
Con una dieta balanceada durante todo el año, estarás disfrutando de un estilo de vida que te proporcionará múltiples beneficios tanto físicos como mentales y te sentirás muy bien donde quiera que vayas!
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